Constantemente elegimos, optamos, caso A, plan B.... Año 2001, febrero, sábado, 20.30. Llovía, llovía mucho. Me quedé en casa. Ese día no elegí... y si hubiera bajado? A lo mejor esa tarde hubiéramos coincidido Tom Waits y yo en la puerta del Museo de Bellas Artes y seríamos ahora grandes amigos después de que le acompañara amablemente con mi paraguas hasta la puerta del Hotel Carlton. Quien sabe. Lo que está claro, es que los universos paralelos están ahí, solo tenemos que buscarlos. De alguna manera está relacionado con los faros, las cartas ... las alfombras.
Y si el metro fuera peatonal?
Y si los escaparates estuvieran tapados?
Y si los perros fueran sueltos y los humanos atados con correas?
Y si nos saludamos al entrar en un autobus?
No tiene nada que ver, o si? He comprado un cartón de leche en un "chino" y me ha dado entre las vueltas una moneda de 25 pesetas con la efigie de su afable bajestad. La he guardado.
ReplyDeleteAl llegar a casa y mirarte en el espejo te has dado cuenta de que el chino eras tú...
ReplyDelete... y que esa no era mi casa.
ReplyDeleteSentado en el suelo, el farero va colocando las cartas sobre la alfombra. Fuera el temporal golpea con furia las rocas, tapando con el estruendo de las olas el ruido de la constante lluvia.
ReplyDeleteSu tío fué guardían del faro durante 20 años, el heredó el puesto apenas hace 4 días y aún está habituándose a la rutina.
No sabe que le depara su destino, y ha decidido usar las enseñanzas de su abuela que era adivina. Mezcló los cartones tal y cómo había visto cientos de veces hacerlo a la vieja matriarca. La deshilachada alfombra acogía los arcanos que iba sacando del mazo, con la misma indiferencia que lo hacía desde que un misterioso extranjero enseño el arte a la abuela de su abuela y le regaló el colorido tapiz.
El futuro se va componiendo ante sus ojos, y no sabe si son las figuras de las cartas las que le hablan o es la alfombra quien las llena de contenido.
Ha terminado el rito con un extraño augurio, sacude la cabeza incrédulo y decide seguir con sus labores. Mientras asciende los peldaños de la escalera sus pensamientos se dividían entre la predicción obtenida y el trabajo pendiente. Una vez arriba alimenta el fuego con la leña que acumulaba en un lateral de la sala del faro, duro trabajo subir tanto peso por la escalera de mano pero ... no hay otra manera.
Azotado por el fuerte viento su vista se pierde en la oscuridad del temporal. Por su cabeza pasan recuerdos de la infancia, ... su abuela contándo cómo un hombre de piel oscura y ojos claros enseñó a la madre de su madre los misterios de la adivinación, la alfombra que una vez voló y hablaba susurrando por las noches. También recordó a su tío el guardían del fuego, luz que espantaba a los monstruos nocturnos de los acantilados y guiaba a los barcos que se acercaban a la costa.
Una forma desdibujada en el mar atrae la atención del nuevo guardian, no la distingue bien pero algo salta en su cabeza y los nervios le paralizan. El recuerdo de la predicción ocupa intensamente toda su mente haciéndole temblar sin control. Las cartas le hablaron de guerra y sufrimiento, la alfombra le susurró que el tiempo de su pueblo llegaba a su fin, la escasa luz del faro ilumina su futuro, ... barcos de guerra romanos se acercan a Cartago.
Bravo. Este pobre farero, sentado en el deshilachado tapiz que su abuela le legó, no tenía opciones. Que debe hacer nuestro amigo Luminus para entrar en un universo paralelo más esperanzador?
ReplyDelete¿Comer pan de centeno infestado de cornezuelo?
ReplyDelete¿Salir volando en su alfombra?
¿Apagar el faro para que se estrellen las naves?
¿Quemar las cartas en el fuego del faro?
¿Cambiar de canal?
Pobre Luminus! ¿Y si proyectara con el faro imágenes eróticas que perturben los sentidos de los romanos para que acaben en las rocas?
ReplyDeleteHablando de universos paralelos:
ReplyDeletehttp://www.rtve.es/mediateca/videos/20090608/punset-buenafuente-universos-paralelos/521623.shtml?s1=programas&s2=ciencia-y-tecnologia&s3=redes&s4=
Punset y Buenafuente conversando sobre el tema